viernes, 24 de abril de 2015

Las estepas yesosas de la Alcarria conquense


En 2006, la Comisión Europea decidió declarar lugar de importancia comunitaria (LIC) un área que denominaron "estepas yesosas de la Alcarria conquense", que incluía diferentes tipos de hábitats: encinares, pastizales salinos, bosques de galería de álamo blanco; pero el interés fundamental era por las comunidades vegetales gipsícolas que habitan las tierras  de "calvero", esos suelos blancos, polvorientos, áridos en verano, fríos en invierno... El LIC abarcaba una extensión de terreno de unas once mil quinientas hectáreas, distribuidas en tres zonas discontinuas. La más al norte contiene el entorno del río Guadamejud. La zona más  al sur comprende un área situada entre los ríos Valparaiso y Valdepineda-Cigüela, además de tres lagunas estacionales mediterráneas del término municipal de Valparaíso de Arriba (Navahonda, Hoya Garija y Hoya Lacero) y otra del término de Pineda. La tercera zona está entre las otras dos, hacia el oeste, e incluye los cerros yesosos que rodean los tramos finales del arroyo de Valquemado, río Mayor y río Peñahora. En su límite occidental, engloba parte de los términos municipales de Mazarulleque y Garcinarro, desde Valdelamora hasta el Cerrajón; incluyendo La Mudarra, Cabeza Rubia y Dehesilla. 
Mapa de la LIC (pincha la imagen para aumentarla)

La aridez de estas estepas, la escasez de arbolado natural, la vegetación baja y rala que toma aspecto grisáceo —excepto en la época de floración— dan una imagen alejada del estereotipo convencional de prístina naturaleza "boscosa y verde" que cada uno de nosotros tenemos desde la infancia. Así que lo primero que uno se pregunta es por qué es importante este tipo de hábitat desde el punto de vista de la conservación de la naturaleza.


La singularidad del hábitat

Los hábitats de suelos secos han sido poco apreciados o incluso despreciados, no solo por los legos en la materia, también por expertos geógrafos y botánicos que hasta hace relativamente poco pensaban que estos no eran nada más que el producto de la deforestación de la península Ibérica en tiempos históricos. Aunque la deforestación y la profunda transformación del medio por el hombre son evidentes, hoy sabemos que estas tierras de calvero contienen un gran número de especies vegetales endémicas (es decir, exclusivas de una región geográfica concreta), lo que significa que se han dado procesos evolutivos de especiación (formación de especies). Puesto que esos procesos de especiación requieren tiempos necesariamente más largos de lo que supone la historia del hombre, se deduce que estos hábitats no son el mero resultado de la degradación del bosque mediterráneo, sino que existen en mayor o menor extensión desde mucho antes de la llegada del hombre. Por otro lado, la diversidad de especies en estos hábitats es incluso mayor que la de muchos bosques europeos; así que, las estepas yesosas de la Península Ibérica constituyen lugares únicos en Europa.

Aquí, las plantas tienen que crecer soportando condiciones ambientales extremas dadas por el clima seco estival, los altos niveles de insolación, las grandes variaciones de temperaturas entre invierno y verano (desde fuertes heladas a temperaturas mayores de 40ºC); pero sobre todo, por las características del suelo; su elevada concentración de sulfato cálcico, de sales, etc., que determinan unas condiciones ambientales muy difícil para que las plantas puedan vivir. Las que lo hacen, han tenido que desarrollar adaptaciones únicas para bregar con todos esos condicionantes y poder obtener los nutrientes necesarios para crecer y reproducirse. Precisamente, esas condiciones tan severas han promovido diferentes adaptaciones y han originado especies tan singulares como las que aquí se hallan. En estas estepas de la Alcarria se encuentran cerca de medio centenar de endemismos ibéricos y entre ellos varios que son exclusivos de la Alcarria o la meseta central.

Una curiosa adaptación con implicaciones para el estudio de vida en Marte
Una de las especies más características de los suelos con alto contenido en yeso es la llamada jarilla de los calveros (Helianthemum squamatum). Es una planta muy abundante y presenta una adaptación muy curiosa. Según un estudio publicado recientemente por unos investigadores del CSIC y de la universidad de Lérida en la prestigiosa revista científica Nature communications, esta especie es capaz de obtener agua de cristalización de las  rocas
de yeso cuando escasea el agua libre contenida en el suelo. Es la única planta conocida que haya desarrollado esa adaptación. Hasta ahora se pensaba que el agua mantenida en las estructuras cristalinas de rocas minerales no podía ser utilizada por organismos vivos y sobre esa base se investigaba, por ejemplo, la posibilidad de vida en Marte, un planeta con grandes extensiones de yesos. El descubrimiento de la adaptación de la jarilla para obtener agua a partir de las rocas de yeso, puede tener importantes implicaciones para el estudio de la vida dentro y fuera de nuestro planeta, en condiciones extremas de aridez.

Aparte de la jarilla de los calveros, hay muchas más especies de plantas que se pueden encontrar en los yesos de la Alcarria. Aquí van solo unas pocas que por diferentes razones hemos querido reseñar.

Las especies más amenazadas

Lepidium cardamines  es una especie bien representada  en la Alcarria conquense que, sin embargo, está catalogada como especie "en peligro de extinción". Así se considera a las especies cuya supervivencia es poco probable de seguir operando los factores actuales. Además de en las estepas Alcarreñas, se encuentra en yesares y saladares de La Mancha, sureste de Madrid y algunas poblaciones aisladas de Albacete y Alicante.


Gypsophila bermejoi se describió por primera vez para la ciencia en 1984, a partir de un ejemplar encontrado en Cañaveras. Es una especie catalogada como "vulnerable". En esa categoría se incluyen las especies que pueden pasar a la categoría “en peligro de extinción” en un futuro próximo. Crece en suelos de yeso. Se encuentran poblaciones entre Valladolid y Segovia, cercanías de Arganda (Madrid); pero está más ampliamente distribuida por el Este de la provincia de Cuenca (Alcarria y Norte de La Mancha conquense).

Los endemismos más exclusivos

Limonium mateoi es una especie que solo existe en algunos lugares de la Alcarria conquense. La primera descripción de esta especie se hizo en 2005 a partir de un ejemplar encontrado dos años antes en el valle del arroyo de Valquemado, en el término de Huete, junto al de Mazarulleque. Por su limitada distribución (un área menor de 500 km2) reúne las características para ser considerada "en peligro de extinción".

Helianthemum marifolum, ssp. conquensis, es otro endemismo de la Alcarria conquense y sur de Guadalajara. Aquí, es muy abundante en los suelos con alto contenido en yeso y no presenta problemas de conservación. La planta mide entre 10-35 cm, florece desde abril a julio y es muy vistosa en toda esa época por el fuerte contraste del verde brillantes de las hojas y las flores amarillas.

Brassica repanda, ssp. gypsicola, las principales poblaciones se encuentra en la Alcarria de Cuenca y S-SW de Guadalajara. También alguna población muy localizada en el SE de Madrid.


Teucrium pumilum es un endemismo del centro de España que crece en los suelos con yeso de Cuenca, Guadalajara, Madrid y Toledo. Florece en junio y julio.


Arenaria cavanillesiana es otro endemismo con una distribución similar al anterior.  En junio-julio produce unas flores blancas de cinco pétalos, con un diámetro de un centímetro aproximadamente.


Algunas de las más características de los yesares

Herniaria fruticosa es planta que  se ha empleado en infusiones como diuréticos y para el tratamiento de las hernias; de ahí el nombre científico que se le da al género (Herniaria). Es capaz de crecer sobre las costras de yeso. Es común en los yesos de la Alcarria y se encuentra también en el Centro, Este y Sur de la península  

Helianthemum squamatum. Como dijimos arriba es una planta muy bien adaptada a los yesos. Las hojas tienen un aspecto blanquecino brillante debido a una especie de escamas que la protegen de la desecación.

Thymus lacaitae conocido como el tomillo de Aranjuez o también tomillo lagartijero. Es una especie endémica de la zona centro de España. En el T.M. de Garcinarro hay cinco especies de tomillo y este es propio de los suelos con más contenido en yeso. En las zonas de contacto con suelos más arcillosos convive con el tomillo aceitunero (Thymus zygis) y el tomillo común (Thymus vulgaris) e incluso hibrida fácilmente con este último. 

Gypsophila struthium, ssp. struthium. Esta también la podríamos haber incluido entre los endemismos, pues se cuentra distribuida únicamente en el centro de la península. Vulgarmente se llama jabonera, porque sus raíces se usaron para lavar la ropa y como depurativo. Florece entre junio y septiembre.  

Centaurea hyssopifolia es un endemismo del centro y este de España. Florece entre abril y julio. Puede llegar a alcanzar casi medio metro de altura. 

Lepidium subulatum es una planta que se encuentra en el norte de África (Marruecos y Argelia) y en los suelos yesosos de España. Es de las primeras que empieza a florecer en las estepas yesosas de la Alcarria (a finales de marzo hasta junio), donde es muy común. 


Algunas de las más vistosas que podemos encontrar



Tulipa sylvestris es un tulipán silvestre, como su nombre en latín indica, que nada tiene que envidiar en colorido y hermosura a los tulipanes cultivados de Holanda. Nace de un bulbo en primavera y pocos días emerge un vástago que producirá una única flor. Florece entre abril y mayo.
En la foto de la izquierda se ve creciendo entre Sedum gypsicola, otro especialista de de los suelos de yesosos. 

Helianthemum syriacum conocida como hierbasana o también jarilla romero, porque sus hojas recuerdan a las del romero. Es abundante en toda esta zona. Puede llegar a alcanzar una altura superior al medio metro y es muy llamativa en época de floración; pues cada ejemplar produce puede producir cada mañana (dependiendo del tamaño de la planta) hasta más de un centenar de flores de unos 2 cm de diámetro. Tiene la particularidad de que estas duran apenas unas horas, así que los comienzos de las mañanas de mayo-julio (su época de floración) son los mejores momentos para apreciar su belleza.


Asphodelus cerasiferus es bien conocida con el nombre de gamón o gamonita/o, Es muy frecuente en una amplia variedad de suelos; aunque en los yesos suele ser una de las plantas más visibles en abril y mayo por ser la más alta y florida, además de muy abundante en algunos lugares.

2 comentarios:

  1. Si usas fotos (robas) de otros autores y/pàginas de internet lo mínimo que puedes hacer es poner las referencias

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    1. Llevas toda la razón. Si hay alguna que me puedas decir la página o el autor de la misma estaría muy agradecido, pues a estas alturas no recuerdo donde saqué varias de esas fotos. No tendría ningún inconveniente en poner sus autores o las páginas de donde las descargué o eliminarlas de esta página, si fuera necesario. Gracias por tu comentario.

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