En la
primera mitad del siglo XIX se publicaron dos diccionarios geográficos de
España que supusieron un hito importante en la literatura geográfica de este
país. Sebastián de Miñano publicó el "Diccionario geográfico-estadístico de
España y Portugal" en 11 volúmenes, entre 1826 y 1829. Más tarde, entre
1845-1850, Pascual Madoz publica el "Diccionario
geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar"
en 16 volúmenes. Ambos hacen referencia a Garcinarro y nos cuentan cómo era el pueblo de entonces.
Miñano, en el tomo IV, se refería a
Garcinarro como:
«Lugar
realengo de España, provincia y obispado de Cuenca, partido de Huete. A. P.,
208 vecinos[1], 886 habitantes, 1 parroquia de fábrica magnífica y
acaso la mayor del obispado, pero muy húmeda. 1 pósito. Pueblo saludable a
pesar de ser su situación lagunosa, y parte sobre peñas de arena. Hay bastantes
alamedas dentro del pueblo. Produce trigo, cebada, avena, vino, aceite, miel,
zumaque, bastante ganado lanar y toda clase de frutos en mediana cosecha. Sus
habitantes se emplean en la fábrica de pleita de esparto. Desde lo alto del
cerro que está a 1 legua del pueblo, en el camino que conduce a Guadalajara, se
descubre otro a cierta distancia, en cuya cumbre hay una ermita llamada de
nuestra Señora de la Buena Vista[2], que en otro tiempo fue convento
de Templarios. Aquí es donde termina el territorio llamado la Alcarria, aunque
algunos quieren que se extienda hasta Huete. Dista dos leguas de la cabeza de
partido y 2 horas de camino militar de Jabaga (Véase Huete). Contribuye 9.977 rs. 6 mrs.»
Por
su parte, el tomo VIII del dicionario editado por Madoz decía:
«GARCINARRO:
v. con ayuntamiento en la provincia y diócesis de Cuenca (10 leg.), partido
judicial de Huete (2), audiencia territorial de Albacete (23), capitanía
general de Castilla la Nueva (15). Se halla situado en un valle semiesférico a
la falda de la sierra de Altomira, circuida de unas pequeñas alturas a
excepción de la parte E. con clima templado y vientos del N. y NE., y las
enfermedades más comunes las afecciones de pecho y dolor de muelas. Consta de
165 casas, formando cuerpo de población, todas de regular construcción, entre
ellas la del ayuntamiento; tiene una escuela de niños a la que concurren 40 de
ambos sexos; cárcel pública; 2 fuentes, una de agua muy exquisita y suficiente
para el consumo de los vecinos del pueblo, y la otra mucho más abundante aunque
inferior y poco potable se aprovecha para riego de las tierras y los ganados;
esta última tiene dos caños de bronce; la primera cae sobre una piedra en la
que se ha formado el recipiente que se tiene con toda curiosidad y esmero. La
iglesia parroquial (Ntra. Sra. del Sagrario) es un edificio majestuoso, todo de
sillería de arquitectura gótica,dividido en tres naves sostenidas por seis hermosas pilastras; la torre tiene
bastante elevación y remata un vistoso capitel cubierto de pizarra. El curato
es de entrada y está servido por un párroco de provisión ordinaria y un
sacristán. Confina el término al N. con Jabalera y Almonacid (este último de
Guadalajara); E. Moncalvillo, S. Cuevas de Velasco[3] y Huete, y O.
Trasierra e Illana (de Guadalajara); en él se encuentra una ermita en una
pequeña altura y al NE. de la población dedicada a San Sebastián, y los
despoblados de Ballesteros y Mohorte. El terreno es de inferior calidad bañado
en parte con las aguas de un pequeño arroyo sin nombre, cuyo origen lo tiene a
S. y gira hacia el N., sobre él hay tres pequeños puentes de piedra, todos al
O.; es llano en su mayor parte, poblado de muchos y frondosos olivares y
viñedos, con un gran monte robledal y otro de encina llamado la Dehesilla. Los
caminos son generalmente de carril y el principal el que comunica con la Mancha
desde la Alcarria tocando por la Isabela, Brihuega y Guadalajara. La
correspondencia se recibe dos veces en la semana por valijero de la
administración de Huete. Industria: la agrícola, la elaboración del esparto y
dos molinos de aceite. Productos: toda clase de cereales, mucho aceite
superior, vino, legumbres y hortalizas; hay ganado lanar en número de 2.500
cabezas, 40 pares de mulas y algún vacuno y caza de liebre, conejo y perdices. Población:
152 vecinos, 534 almas. CAP. TERR PROD.: 1.737,180 rs. Imponible.: 86 859. El
presupuesto municipal se cubre con el producto de un molino aceitero y un horno
de pan cocer perteneciente a los propios, y el déficit si resulta por reparto
vecinal.»
Notas:
[1]Por aquel entonces, el término "vecino" se refería únicamente a los cabeza de familia. Llama la atención la diferencia en población entre el censo de
Miñano (886 habitantes) y el de Madoz (534 almas). De ser fiables ambos datos,
Garcinarro habría perdido 352 habitantes (39,7%) en un intervalo de 20 años. Aunque
en los años 1833 y 34 hubo una epidemia de cólera que
se extendió por casi toda España, ésta no explica esas diferencias de población,
pues en toda la provincia de Cuenca hubo 629 fallecidos. No es descartable que
hubiera errores en alguno de los censos.
[2]La ermita de la señora de Buena Vista probablemente se refiere a la ermita de la virgen del Socorro de Altomira, donde había un convento de Templarios y posteriormente, sobre las ruinas de éste, se levantó un convento de Carmelitas Descalzos en 1571.
[3] Los límites del término de Garcinarro que menciona Madoz probablemente los obtuvo del mapa de la provincia y obispado de Cuenca de Thomás López de 1766. Dice que el termino limita al sur con "Cuevas de Velasco"; pero debe de referirse a las Cuevas de Santiago —lo que hoy llamamos la Casa de las Cuevas— que en su
tiempo fue una aldea que pertenecía al término de Mazarulleque. En él existió una ermita y una
venta; si bien, a mediados del XIX, sólo existía una casa destinada a la
labranza. Además, Garcinarro no limita ni limitaba al oeste con Illana ni Saceda Trasierra, sino con Albalate de Zorita y La Bujeda, hoy perteneciente al término de Almonacid de Zorita.
Bibliografía:
Miñano, S. (1826). Diccionario
geográfico-estadístico de España y Portugal. Tomo IV. Imprenta Pierart-Peralta.
Madrid.
Madoz, P. (1847) Diccionario
geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar. Tomo
VIII. Madrid.
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